viernes, 12 de diciembre de 2014

Hablando. La gente se extiende

Escribir es fácil, el tema es que hay que saber qué quiere uno escribir. Es como hablar, absolutamente simple y absolutamente gratis. Pasa que hoy está todo medido con el parámetro gratis-pago, poco-mucho. Por eso el wassap sirve; es gratis y podés decir todas las palabras que quieras. TODAS las palabras que quieras, eso suena a libertad de expresión! La aplicación no solo es gratis, sino que te garantiza la LIBERTAD!! faaaaaaaa ¿Qué ley de miedos? Olvidaaate, redes sociales.
 El tema de la libertad de expresión me da mucho miedito; ni siquiera me refiero a la de los periodistas que no saben armar una oración que no contradiga al párrafo anterior, no. Hablo de nosotros, los mortales... que hace mil millones de años, desde que nuestra nave espacial aterrizó por accidente en el planeta Tierra, tenemos el don sobrenatural de utilizar el habla. (Utilícese habla por decir, escribir palabras). No voy a redundar en la preocupación que generan las nuevas formas de comunicación; después nos juntamos a tomar unos mates si quieren charlar de eso!



Definitivamente creo que el conflicto de la comunicación para el ser humano tiene que ver con algo más profundo: el conflicto de SER humano. Por qué? El wassap se puso en vigilante y ahora nos botonea si el receptor leyó nuestro mensaje y no quiere responder. La gran crisis de las masas con smartphone está planteada en la neurosis de quien escribió el mensaje y no recibió respuesta, y en la necesidad de wassap de botonear. No estoy segura de que me preocupe ver las rayitas celestes; me preocupa que vivamos con tanta libertad de expresión y no conozcamos la libertad del silencio, o bueno, la "no respuesta". En realidad, nunca se dijo quién determinó que TODAS LAS PREGUNTAS DEBEN ESTAR SEGUIDAS DE RESPUESTA; ni en reflexiones con el yo interno ni en conversaciones. (Aunque en el psicólogo, que uno está como en las dos instancias, me resulta muy jodido que no diga nada). Ni siquiera voy a mencionar la ridiculez del enojo porque "no me hablaste más", cuando ni siquiera hubo preguntas que de cierta forma supuestamente obvia insinuan que debía emitirse una respuesta. No sé si fue algún mandato religioso que impuso "debes responder siempre a tu prójimo", no lo creo. ¿Será que transferimos la lógica deportiva hacia la comunicación?

Digo, en tenis, voley; el equipo o jugador que no recibe y vuelve a pasar la pelota al otro lado pierde el juego. O sea, si no me respondés el "¿cómo la pasate anoche?" la pelota quedó de tu lado, GAME OVER. No tiene sentido; tampoco tiene mucho sentido si lo pensamos desde la política; aunque bueno, en Medio Oriente cuando un país (USA encubierto, seguramente) secuestra a miembros de otro, ese seguro responderá... con una bomba.
 Tampoco termino de comprender por qué twitter también funciona! No debería tener sentido; adoramos expresarnos (buee, decir palabras), sin que nadie nos limite, y necesitamos todo el tiempo respuestas de nuestros receptores! En twitter no pasa nada de eso: tenés solo 160 caracteres para decir algo que nadie tiene la obligación de responder. (Capaz es eso, nos relaja no esperar respuestas individuales). Qué horror, conozco personas que en una conversación no pueden ahorrarse ni una palabra. ¿Por qué funciona? Esto me lleva a pensar que, más de lo que nos gusta que nos escuchen, nos excita seguir las reglas del juego, (como en el deporte, política, religión?): Mi objetivo es decir, decir, decir, decir, decir, decir, si tengo 160 caracteres, los voy a usar todos, sino me alcanzan hago más tuits, o aprendo a sintetizar, si wassap me pinta celestes las rayitas voy a desesperarme por la respuesta. Pero mi objetivo sigue siendo DECIR (sí, mucha gente lo celebra creyendo que es absolutamente positiva el decir por decir, la expresión por la expresión misma).
 Pero pará mar, ¿criticás la necesidad constante de decir y también la necesidad de recibir respuesta del receptor? Sos una mala onda.

El problema es que nuestro parámetro de medida puede funcionar bien, pero estar fallando en su origen. Si creemos que utilizamos el habla(escrito u oral) como si fuera un hobbie y en cambio medimos cada caloría que comemos en un almuerzo, un día nos dimos cuenta que desperdiciamos ese don sobrenatural y ni siquiera llegamos a conocer para qué lo tenemos (digo, Superman no vuela al pedo). No estoy diciendo que solamente hablemos sobre el amor, la poesía , el conflicto con la soberanía de Malvinas, la violencia de género, el virus del papiloma humano, para nada! Soy defensora eterna de la idea de que hablando de las cosas "serias" es cuando menos estamos trabajando en ellas; porque los enormes líos de este mundo tienen que ver en definitiva con el lugar que ocupamos (los hombres, las mujeres, los niños, los pobres, los estudiantes, los trabajadores) y los únicos lugares que podemos ocupar ilimitadamente son los lugares en donde caben nuestras ideas.

Entonces, el habla puede ser nuestra herramienta para ocupar todos los lugares que querramos.
Propongo un nuevo parámetro de dos polos:
podemos seguir solamente hablando y respondiendo
o podemos ocupar lugares!














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