miércoles, 31 de diciembre de 2014

Hacemos lo que podemos

Frente a un planteo, nos ofendemos antes de preguntar. Frente a una decisión, nos enojamos antes de entender. Frente una diferencia, abandonamos antes de abrazar. Frente a un trauma, nos victimizamos y justificamos antes de todo. Si necesitamos más espacio para andar, con la cuchilla cortamos cualquier yuyo del camino. Somos divinos, pero hacemos lo que podemos. Hacemos lo que podemos por nosotros, no por el resto. Estiramos nuestras habilidades por nuestro ego, nuestro orgullo; por ser mejores, en definitiva, por el tamaño de nuestro pene. Ese es el tema; pelear contra la cabeza (colonizada y patriarcal), estructuralmente acabada, cogerse a los valores, ponerse arriba de los otros. Todo muy sexista, me perdí.

Balance: Somos enormes y podemos ocupar todos los lugares que querramos.

Proyección: Saber qué lugares soñamos y saberlos colectivos.

LUGARES NUEVOS DOSMILQUINCE!!


domingo, 28 de diciembre de 2014

Ocio

No sé que me pasa con Tan Biónica. Debe ser que conozco muchas bandas que explotan y no las conoce nadie, o puede ser que me moleste la voz distorsionada, los chupines y la pose canchera, o simplemente puede ser que tengo mucho tiempo libre y resulta que en el tiempo libre creamos, soñamos, planificamos, pero también elaboramos pensamientos, muchos de ellos innecesarios. El ocio debe ser para el humano la clasificación de tiempo más jodida. A las imagenes y personas de la vida real las reinventamos e idealizamos; la propia la defenestramos claro; (a quién le da orgullo pasar todo el día en la cama?)

Me desperté a las 11 y no tenía nada que hacer. Entonces seguí un rato en la cama; hasta que me levanté, hice unos mates y leí el diario por internet. Cuando me di cuenta que todavía no tenía nada que hacer, agarré los auriculares y salí a correr. Corrí y caminé con la idea de hacerlo hasta que tuviera otra cosa para hacer, y como no tenía nada, corrí hasta las seis. Volví a casa. Bañarme, encremarme y secarme me llevó solo media hora. Me di cuenta que seguía sin tener nada que hacer, entonces me puse a diseñar unas cosas en la computadora.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Chiste malo

El chiste malo es eso que pasa después de que te dicen mil veces "te vas a chocar con la mesita de luz, te vas a chocar". Que te chocás, ese es el chiste. El remate inevitable, que estaba descartado por ser demasiado obvio. Pero finalmente pasa; no importa cuándo pero siempre alguien va a tener su tácito "te lo dije". Apuesto todo a que solemos ser nosotros mismos los que hacemos el chiste malo, los que cantamos el "te lo dije", porque básicamente somos nosotros mismos los que previsualizamos nuestra desgracia (somos una mierda!). De esto se alimentan los malditos pseudohippies posmo con el discurso de "la energía que cada uno genera", (odio que resulte tan fácil y lógico verlo de esa forma).

Lo gracioso de esto es que en general, los que conocemos el remate del chiste malo, intentamos esquivarlo siempre NO haciendo cosas- "Esa no debe tener fuego", "no voy a decirle que lo quiero", "no salgo con la bici, es obvio que se larga", "no voy a escribirle borracha". Seguido a esas desafortunadas predicciones, viene el golpe de positivismo (necesario para que el remate del chiste no esté tan anticipado):  "sí, debe tener fuego, hoy todo el mundo fuma", "seguramente está esperando que yo avance, me ama y vamos a casarnos", "puedo pedalear 60 cuadras en pedo y con lluvia".. Y acá, la mejor parte; el remate! Es prácticamente el chiste del chiste. Y sí, el chiste es de los malos porque todos en la ronda fingían no saber el final, pero todos los sabíamos. Siempre hay uno que trata de confundir para generar suspenso, para que el remate cause impacto, pero ese es el más amigo; que insiste en eso de que de todos modos, ser más "positivo" funciona. Aunque algunos después, se atreven a decir era obvio!

martes, 16 de diciembre de 2014

Miedo, culpa y Tan Biónica

Comerse los mocos, dormirse la siesta, hacerse pis encima. Raro que casi todas las formas de hacer referencia a "me acobardé" se relacionen con verbos de niños; si los niños son lo más valiente que hay! (después de aquellos que admiten públicamente escuchar Tan Biónica).

Bueno, todo eso hago! En mi eterna necesidad de definir los términos, voy a decir que equivalen a acobardarse; verbo más antiguo que la injusticia. Cuando me enamoro y no hago nada al respecto, cuando se me presenta una oportunidad e invento excusas para negarme, cuando no entiendo y no me animo a preguntar, cuando permito que me abandonen sin objetar. El miedo es uno de mis lugares más comunes. Hermano de la culpa, y primo del "tendría que haber dicho/hecho..."; son las formas más patéticas en las que me envuelvo cuando me voy a dormir. Pero lo bueno de la culpa, (gracias catolicismo!), es que con un poco de autoflagelación y arrepentimiento se limpia, y al otro día, amanecés lechuga. Qué horror, sí.

El miedo voy a trabajarlo, la próxima vez que me pierda voy a pedir orientación, la próxima vez que me enamore voy a aceptarte bailar. El miedo es el más grande de los clichés. No me digas histeria, no me digas vueltera, no me digas orgullosa, decime cagona!

Cuántos lugares ocupamos con el miedo, vha! A veces el miedo es tan grande que ocupa él todo el lugar, y cuando queremos meternos nosotros, con nuestro cariño, nuestras palabras, nuestras ideas, no entramos... Eso me está pasando, el miedo tomó el lugar entero que Marina tardó en ocupar! Me dormí, en la puerta del Págo Fácil lo dejé entrar todo a él y me quede sola Afuera esperando.

Decí que ese Afuera es adentro de la cama, y tengo un bloc de notas a mano para ocupar algún lugar que él no me haya quitado, aunque sean solo unos renglones del cuaderno.






viernes, 12 de diciembre de 2014

Hablando. La gente se extiende

Escribir es fácil, el tema es que hay que saber qué quiere uno escribir. Es como hablar, absolutamente simple y absolutamente gratis. Pasa que hoy está todo medido con el parámetro gratis-pago, poco-mucho. Por eso el wassap sirve; es gratis y podés decir todas las palabras que quieras. TODAS las palabras que quieras, eso suena a libertad de expresión! La aplicación no solo es gratis, sino que te garantiza la LIBERTAD!! faaaaaaaa ¿Qué ley de miedos? Olvidaaate, redes sociales.
 El tema de la libertad de expresión me da mucho miedito; ni siquiera me refiero a la de los periodistas que no saben armar una oración que no contradiga al párrafo anterior, no. Hablo de nosotros, los mortales... que hace mil millones de años, desde que nuestra nave espacial aterrizó por accidente en el planeta Tierra, tenemos el don sobrenatural de utilizar el habla. (Utilícese habla por decir, escribir palabras). No voy a redundar en la preocupación que generan las nuevas formas de comunicación; después nos juntamos a tomar unos mates si quieren charlar de eso!

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Hello identity

Cuando algunos dicen que no tienen facebook para quedarse afuera del sistema me cago de risa en su cara. Probablemente sea por resentida y por envidiar la ingenuidad de quienes creen en algo tan ridículo. Porque, digo, podés desear que Huracán vuelva a la A, anhelar con todas tus fuerzas que el pueblo Palestino sea libre y deje de sufrir bombardeos sionistas, inclusive vale desearle males a la Xipolitakis, pero ¿quedarse afuera del sistema? Daaaaaaaaaaaaaaaaaaaale! La idea de quedarme afuera del sistema me da terror, pánico, por varias razones:
1. La única forma de excusar mis terribles contradicciones de clase-idológicas-género-musical-peso-literarias-psicológicas-deportivas-vaginales-gastronómicas-democráticas es pertenecer a este horrible mundo capitalista inhumano mediático y frívolo.
2. Cuando me da paja salir, disfruto mucho teniendo amigos virtuales.
3. Aún sin contribuir concretamente a que haya menos pobres, menos violadas y más justicia, puedo tener pensamientos y publicaciones que me hacen sentir progre.
4. Creo que todos los puntos antes mencionados repiten, en definitiva, el punto 1.
En resumen, el punto 1 justifica mi decisión voluntaria inconsciente de no intentar la mentira de aislarme de este horroroso feo sistema.

Partiendo de tamaña sinceridad y claridad, paso a contarles de qué va esto. Lugares hay millones en el mundo, y millones de esos que nos gustan creer que son solo de uno, como si nos pertenecieran. Qué gran mentira! Acá me puse a escribir y propongo un lugar común. "Común" lo derivo, -porque sí, qué solo los griegos pueden derivar palabras?-, del "como uno". Uno escribe cuentos, edita fotos, graba narraciones COMO UNO quiere, COMUNO siente, común... ¿la cazás?

Aquí me presento yo; pertenezco al mismo horrible mundo que pertenecés vos; y está todo bien con eso. Es más, dentro de ese mundo alucino con crear oraciones comunes, como yo quiero. Además, no creo que sea posible no pertenecer.