viernes, 7 de octubre de 2016

MEO PÚBLICO


Me pasé todo el día meando en universidades públicas. Yo, que voté en blanco, tengo la suerte loca de andar orinando donde millones de jóvenes lo hacen gratuitamente. No me siento incómoda por no estar inscripta en las filas de quienes agradecen las mejoras que gotean de los progresismos gobernantes, porque no es razón de gratitud ni de canonización de ninguna autoridad. La luchas por la educación pública nos juntan a todos en la calle cuando es necesario. Y si hay que forzar Ministros, empresarios, rectores, presidentes, se hace.
Por eso, mis partes que hacen gran uso del bien público se sienten cómodas pese a la mugre, al recorte y vaciamiento. Y también frente a los que las señalan por no votar a ningún proyecto de esos que se turnan en el poder.

Porque mi pis sabe que las vejigas que más mean en los baños del pueblo son las que salen a pedir por ellos, no las que ocupan listas cada 4 años.
A todos los que creen que agradecer medidas a alguien de arriba o tragedizar su ausencia es valorar las conquistas del pueblo, los invito a ensuciarse un poco más las nalgas para mear.
(A veces es necesario ensuciarse, mientras podés llevar el iPhone y ver fotos)